Las calderas, sistemas de calefacción que generan agua caliente para calefacción y agua sanitaria, pueden experimentar diversas averías debido al uso constante y otros factores. Algunas de las averías frecuentes en las calderas incluyen:

• Pérdida de presión: Si la caldera pierde presión, puede haber problemas en el sistema de agua. Esto podría deberse a una fuga en las tuberías, válvulas de seguridad con fugas o una válvula de llenado defectuosa.
• No enciende o no calienta: Si la caldera no se enciende o no calienta adecuadamente, podría haber problemas con el encendido del quemador, el termostato, los sensores de temperatura o el interruptor de encendido/apagado.
• Fuga de agua: Las fugas de agua en la caldera pueden deberse a juntas desgastadas, válvulas defectuosas, tuberías corroídas o problemas en el intercambiador de calor.
• Ruidos inusuales: Ruidos extraños, como golpes, zumbidos o silbidos, pueden ser causados por problemas con las válvulas, el quemador, la bomba o la acumulación de sedimentos en el fondo del tanque.
• Problemas de encendido del quemador: Si el quemador no se enciende correctamente, puede ser debido a problemas con el electrodo de encendido, la bujía, el control de llama o la acumulación de suciedad.
• Presión demasiado alta o baja: Una presión incorrecta en el sistema de agua puede causar problemas en la caldera y en el sistema de calefacción en general. Esto puede deberse a una válvula de expansión defectuosa, una bomba de circulación que no funciona correctamente o una fuga en el sistema.
• Bloqueo del condensado: En calderas de condensación, el condensado puede acumularse y bloquear el drenaje, lo que puede afectar el funcionamiento de la caldera.
• Problemas con el termostato: Si la temperatura no se controla adecuadamente, puede haber problemas con el termostato de la caldera, el termostato ambiente o el sensor de temperatura.
• Fallos en la placa electrónica o controladores: Las calderas modernas suelen tener placas electrónicas que controlan diversas funciones. Problemas en estas placas pueden afectar el funcionamiento general de la caldera.
• Problemas de ventilación o chimenea: Si la chimenea o el conducto de ventilación están obstruidos, la caldera puede no funcionar correctamente y generar problemas de seguridad.
• Sobrecalentamiento: Si la caldera se sobrecalienta, puede apagarse automáticamente para evitar daños. Esto podría ser causado por problemas con el termostato, la bomba de circulación o la acumulación de sedimentos en el intercambiador de calor.
• Falta de mantenimiento: La falta de mantenimiento regular, como la limpieza de los componentes, la purga del sistema o la revisión de la presión, puede llevar a una serie de problemas y averías.

Si experimentas alguna de estas averías en tu caldera, te recomiendo buscar la asistencia de un técnico especializado en sistemas de calefacción. Las calderas son sistemas complejos y manipular componentes sin experiencia puede ser peligroso y empeorar los problemas. Un mantenimiento regular, como la purga del sistema y la revisión anual por un profesional, puede ayudar a prevenir muchas de estas averías y a mantener la caldera en buen estado de funcionamiento.